Those who ignore philosophy are condemned to repeat it

Those who believe themselves to be exempt from philosphy influence are usually the slaves of some defunct philosopher


(Adaptación de Paul Thagard de las frases de Santayana y Keynes)

Introducción (muy personal) a la Filosofía de la Mente -en construcción-


FUNCIONALISMO
Personalmente encuentro que unos de los aspectos más interesantes y controvertidos del funcionalismo es su relación con la tesis de la múltiple realización (o realización múltiple), algunas de cuyas formulaciones más claras se encuentran en Putnam (v., también J. Kim, varias ediciones, Philosophy of Mind).

Block (1980) distingue tres tipos de funcionalismo relevantes en filosofía de la mente y de la psicología: Análisis funcional, Funcionalismo computacional-representacional, y Funcionalismo metafísico. Este último se caracteriza por ser una teoría sobre la naturaleza de la mente, y no tanto una teoría sobre la explicación en psicología. Block enumera varias características comunes a estos tres tipos de funcionalimso:
-La relación con la noción de máquina de Turing (probablemente podríamos decir que se trata de una relación con la teoría computacional de la mente o con la idea del ordenador como modelo de la mente).
-Las funciones se pueden realizar en diferentes soportes físicos (aunque Block no usa la expresión sus descripciones coinciden en términos generales con lo que se ha llamado Múltiple Realización).
-Cada uno legitima al menos una noción de equivalencia funcional.
La mayor parte de este trabajo de Block está dedicado al funcionalismo metafísico.


El funcionalismo puede ser descrito en términos lo suficientemente vagos como para ser trivialmente cierto, pero entonces no resulta de mucha utilidad. Si es lo suficientemente vago el funcionalismo es como dios: está en todas partes y puede adoptar cualquier forma.
Más interesantes son concepciones más precisas (fuertes), por ejemplo, las que suponen que si el funcionalismo es correcto, entonces el fisicalismo es falso (se refiere a fisicalismo de tipos no de instancias -token-). Como Block escribía en 1978: "By `physicalism´, I mean the doctrine that pain, for example, is identical to a physical (or physiological) state. As many philosophers have argued (notably Fodor, 1965, and Putnam, 1966; see also Block and Fodor, 1972), if functionalism is true, physicalism is false" (Block 1978, p. 95). [Sin embargo, también es posible una forma fisicalista de funcionalismo si se mantiene que tener dolor es una propiedad física de segundo orden -v., nota 2, p. 98-].
En este importante artículo ("Troubles with Functionalism") Block distinguía dos tipos de funcionalismo según interpretaran la identidad funcional (identidad de tipos entre estados mentales y estados funcionales en téminos generales) como una identidad a priori o una identidad (de la psicología) empírica. Entre lo funcionalistas a priori incluía a Smart, Amstrong, Lewis y Shoemaker, entre los funcionalisas empíricos a Fodor, Putnam y Harman. La terminología propuesta por Block se encuetra en muchas publicaciones:
-"Funcionalismo": "funcionalismo a priori" (a veces tamién llamado "funcionalismo concepual").
-"Psicofuncionalismo": "funcionalismo empírico".
Block usa el término "funcionalismo" con minúscula para referirse a ambos.

En el mismo artículo encontramos también la distinción entre liberalismo y chauvinimo desde un punto de vista funcionalista. Para el funcionalismo el behaviorismo sería demasiado liberal al atribuir estados mentales o propiedades mentales a cosas que en realidad carecen de ellos, mientras que el fisicalismo sería chauvinista al ser demasiado restrictivo en tal atribución.
La estrategia de Block en este artículo consiste en aplicar esta dicotomía al propio funcionalismo. Su tesis es que no hay una versión del funcionalismo que pueda evitar tanto el liberalismo como el chauvinismo [esta parte no se incluye en la selección de Chalmers 2002].

   
En lo últimos años la noción de mente extendida ha sido acusada de demasiado liberal, mientras que los defensores de concepciones externalistas han acusado a los interalistas de chauvinistas.

POR QUÉ EL FUNCIONALISMO ESTABA EQUIVOCADO según Putnam.
Próximamente



IDENTIDAD DE TIPOS E IDENTIDAD DE INSTANCIAS
La distinción conceptual entre "instancia" y "tipo" no requiere demasiada explicación. Es como tener un ejemplar de un libro, el ejemplar es la instancia y el libro es el tipo, o bien puede entenderse como una muestra de un determinado (tipo de) tejido, o como un individuo perteneciente a una clase (un determinado león que pertenece al tipo de animal conocido como "león").
Lo más interesante desde mi punto de vista es por qué hacer esta distinción en filosofía de la mente, ¿cuál es su origen, su motivación?. Otras cuestiones relevantes pueden ser la propia noción de tipo neural y/o mental, y lo que llamaría "la cuestión del nivel de detalle" mientras se me ocurre una expresión mejor (en inglés se corresponde con "the question of grain", de la que William Bechtel ha hablado en varios artículos).
Parece ser que los proponentes "clásicos" de la teoría de la identidad (me refiero a Smart, Place, y Feigl) no realizaron esta distinción, sino que probablemente fue iniciada por Fodor en su (1974) "Special sciences". El motivo para distinguir entre ambas identidades sería así abrir la posibilidad de ser fisicalista sin ser reduccionista: uno podría ser fisicalista al aceptar la identidad de instancias, pero no ser reduccionista al rechazar la identidad de tipos. La otra fuente típica del fisicalismo no reductivo es Davidson, en cuyo monismo anómalo el monismo sería -supuestamente- la parte fisicalista y lo anómalo la parte no-reduccionista. Creo que es significativo en este contexto el hecho de que Davidson entendiera su teoría como una repuesta al conflicto entre libertad y naturaleza (necesidad) (Kant) [esta sería una motivación fundamental detrás de la distinción].
Sin embargo, Kim (en Gozzano y Hill -eds.- 2012) piensa que el monismo de Davidson no es un verdadero fisicalismo, ni lo es, en general, la identidad de instancias (a no ser que la identidad de instancias equivalga, finalmente, a la identidad de tipos).

Otra cuestión relevante es la que concierne a la realización múltiple. Mientras que la identidad de tipos parece incompatible con la realización múltiple, la identidad de instancias sí es compatible.
La identidad de instancias es, en mi opinión, suficientemente fisicalista (el fisicalismo y la teoría de la identidad no necesitan ser mantenidos al nivel de tipos). El problema -se argumenta- es que la identidad de instancias carece del suficiente poder explicativo. Parece, por tanto, que responder a esta objeción nos permitiría ser "buenos" fisicalistas sin tener que afrontar los problemas de la identidad de tipos.


FISICALISMO NO REDUCTIVO (FNR)
Como una primera aproximación me gusta la manera en que lo formula Van Gulick, aunque se trate de una versión que combina el fisicalismo no reductivo con lo que el llama "a roughly functional view of minds and mental states":
"Thus at the methaphysical/epistemological level it accepts a view of reality (including mental reality) as fundamentally dependent upon the physical, while denying that the conceptual, representational or explanatory resources of physical theory are adequate to model or understand all the many aspects of reality that are realized by its underlying physical constituent. It thus aims to conjoin an ontological commitment to physicalism, and the underlying physical realization of all that is real, with a highly pluralistic view about our need for a diversity of schemes and frameworks for engaging and understanding reality in all its many physically realized forms" (Peer commentary to Noë and Thompson 2004, p. 83).

La noción de "realización" parece una idea clave en el FNR. De hecho la tesis de la realización múltiple como alternativa a la identidad psico-física fue probablemente fundamental en la concepción de este tipo de fisicalismo, si bien la realización múltiple como tal no implica fisicalismo alguno.

Kim, quien caracteriza el fisicalismo no reductivo como una combinación de fisicalismo y dualismo de propiedades, ha distinguido entre superveniencia y realización como dos modalidades dentro de este tipo de fisicalismo. Añade también, que el FNR está comprometido con la eficacia causal de la mente (realismo mental).
(Cf. Drayson 2015 en Miller -ed.- 2015).

El fisicalismo no reductivo puede también entenderse como una teoría de la identidad psico-neural compatible con la realización múltiple.

REFERENCIAS
Block (1980). Introduction: What is Functionalism?
-(1978). Troubles with Functionalism. Parcialmente recogido en Chalmers (2002).
Fodor (1974)
Gozzano y Hill, eds., (2012)
Kim, Philosophy of Mind (varias ediciones).
Van Gulick (2004). Peer commentary to Noë and Thompson (2004). Are there neural correlates of consciousness?
Y, por supuesto, los "clásicos" recogidos, por ejemplo, en Chalmers (2002).



ALGUNOS CONCEPTOS MÁS:
DISPOSICIONES.
-El concepto de disposición puede remontarse al menos hasta Carnap, por tanto aparece en el contexto del neopositivismo, del fisicalismo del Círculo de Viena, y concretamente en la concepción fisicalista de la psicología, según la cual todo enunciado de la psicología puede ser formulado en un lenguaje físico y describe acontecimientos físicos. Carnap compara una afirmación psicológica como "Fulano está excitado" con una afirmación física como "Esta silla es resistente", tanto la atribución de resistencia como la atribución de excitación equivalen a afirmar "la existencia de una estructura física caracterizada por la disposición a reaccionar de una manera específica a estímulos físicos específicos" (citado por Hierro-Pescador 2005, 38). En el caso de la silla, la atribución de resistencia equivale a afirmar que la silla tiene una estructura física tal que bajo ciertas circunstancias no se romperá. En el caso de la persona equivale a que tiene una estructura física caracterizada por un pulso rápido que en ciertas circunstancias -estímulos- aumentará.
La idea básica, por tanto, es que los enunciados psicológicos equivalen a descripciones del estado físico, es decir, corporal, de la persona. Un estado mental es la disposición a reaccionar a los estímulos correspondientes con un determinado comportamiento (Carnap mantuvo esta concepción para los conceptos psicológicos del lenguaje cotidiano -psicología popular-, pero señaló que con respecto a los conceptos psicológicos científicos era mejor no considerarlos como conceptos disposicionales sino como conceptos teóricos -que se conectarían con los términos observacionales mediante reglas de correspondencia-).

-Una de las formulaciones clásicas es la de Ryle (conductismo lógico). En la crítica a la distinción entre cuerpo o materia y mente afirma que no son términos del mismo tipo lógico. Cuando se habla de la existencia (o no-existencia) de la mente y de la existencia de la materia estamos ante dos sentidos diferentes de la palabra "existir". ¿Cuál es el sentido en el que se podría hablar de la existencia de la mente? Respuesta: "Como un conjunto de disposiciones para el comportamiento, que corresponden a los diferentes estados y procesos mentales" (Hierro-Pescador 2005, 24). Hierro-Pescador interpreta que Ryle acepta la existencia de procesos mentales entendidos en términos de dispoción a la conducta, pero que niega la existencia de procesos mentales en un sentido comparable a la existencia de procesos físicos.
Creo que merece la pena ver cómo Ryle introduce el concepto:
"La inteligencia del payaso puede mostrarse en sus tropezones y caídas. Tropieza y cae tal como lo hace la gente torpe, salvo que lo hace adrede, después de muchos ensayos, en el momento preciso, cuando los niños lo pueden ver y de modo que no se haga daño. Los espectadores aplauden su habilidad para parecer torpe, pero ese aplauso no va dirigido a una oculta acción realizada "en su cabeza". Lo que admiran es su comportamiento visible, porque es el ejercicio de una habilidad, y no por ser el efecto de causas internas ocultas. Ahora bien, una habilidad no es un acto. En consecuencia, no es algo observable ni tampoco no observable. Llegar a reconocer que una acción es el ejercicio de cierta habilidad es apreciarla a la luz de un factor que no puede fotografiarse. Pero esto no se debe a que sea un acontecimiento oculto o fantasmal, sino a que no es un acontecimiento. Es una disposición o complejo de disposiciones; y una disposición es un factor de tipo lógico tal que no puede ser visto o no visto, grabado o no grabado. [...] La teoría tradicional ha construido erróneamente la distinción de tipos existentes entre disposición y ejercicio, al bifurcar míticamente las causas mentales no observables y sus efectos físicos observables" (Ryle 2005, El concepto de lo mental, 47).
Más adelante considera los hábitos como un tipo de disposiciones adquiridas (56).
Cuando desarrolla la "lógica de los conceptos disposicionales" utiliza los ejemplos de la fragilidad del vidrio y la solubilidad del azúcar. Un vidrio puede ser frágil sin que se halla roto, lo que significa que sea frágil es que puede romperse (en determinadas circunstancias) [Me pregunto sobre la naturaleza de esta propiedad ¿Es una disposición una propiedad esencial o puede ser accidental?, quiero decir, ¿si un vidrio no es frágil ya no es vidrio o sigue siendo vidrio?]. "Poseer una propiedad disposicional no consiste en encontrarse en un estado particular o experimentar determinado cambio" (57), sino "ser susceptible" de encontrarse en ese estado o de experimentar ese cambio dadas ciertas condiciones. El análisis de las disposiciones específicamente humanas es el mismo, por ejemplo, ser un fumador este tener la propiedad disposicional de fumar, es decir que la persona en cuestión podrá fumar dadas ciertas condiciones (¿podrá fumar o fumará? -relacionaré la segunda opción con la probabilidad-). La analogía entre cosas y personas me suscita varias preguntas: ¿Todo lo que yo puedo hacer es una disposición o más bien todo lo que es probable que yo haga en determinadas circunstancias o a partir de determinadas condiciones?  ¿Pero, con qué grado de probabilidad? Por ejemplo, yo no me considero fumador, es decir, no fumo, sin embargo, he fumado en el pasado y podría fumar en un momento determinado, aunque esto sea muy poco probable. Quizás el grado de probabilidad sea el mismo que el de alguien que no ha fumado nunca, y por tanto no es un fumador, fume por primera vez en determinadas circunstancias. Quiero decir que la solubilidad del agua, por ejemplo, no es una cuestión de grado, sino una propiedad general: si es azúcar puede disolverse en agua, lo que es equivalente a: si es azúcar se disolverá en agua. Pero en el caso de los seres humanos no puede decirse que "si es un hombre puede fumar" es equivalente a "si es un hombre fumará".
Cuando Rylepoder, de mera posibilidad ("estar sujeto a la posibilidad de"). Pero cuando emplea las expresiones "soy propenso a fumar" o "ser fumador es estar dispuesto a cargar, encender y gozar una pipa en tales y cuales condiciones" parece estar hablando en términos de probabilidad. La primera vía conduce a una antropología e incluso una ontología del poder (del hombre capaz en términos de Ricoeur), la segunda lleva hasta la consideración de la mente en el modo que Ryle pretende evitar, en la medida en que no sea posible definir "ser propenso" o "estar dispuesto a..." de manera completamente objetiva (como seguramente sí podría serlo la probabilidad de que un vidrio se rompa en X circunstancias. Es decir, en contra de lo que Carnap pensaba, las disposiciones humanas no pueden ser tratadas como las disposiciones de objetos). Esto implicaría, según lo veo en este momento, que definir la propensión, o la disposición en el sentido de probabilidad, requeriría apelar a los estados mentales (como estados psicológicos), y quizás también a la noción de causalidad mental.


-Puede ser interesante la diferencia que Carlos J. Moya hace entre conductismo y teoría de la identidad con respecto a las explicaciones mentales del comportamiento. El conductismo identifica los estados mentales con disposiciones para el comportamiento (el conductismo entiende las explicaciones mentales del comportamiento como explicaciones disposicionales, en este sentido). Sin embargo, nuestra intuición cotidiana es que la relación entre estados mentales y disposiciones no es de identidad sino de causalidad, es decir, nuestros estados mentales causan, o explican causalmente -al menos en ciertos casos- nuestras disposiciones a comportarnos de una manera determinada. Por ejemplo, el dolor causa o explica causalmente nuestra disposición a gritar.
La teoría de la identidad es compatible con esta intuición ya que considera los estados mentales como condiciones internas que pueden explicar la conducta y las disposiciones correspondientes. En esta medida, la teoría de la identidad evita la objección contra el conductismo basada en la causalidad mental.
(Moya 2004, Filosofía de la mente, 88).


ACTITUD PROPOSICIONAL
Un estado mental como una creencia o un deseo que implica una relación (la actitud) que un pensador mantiene hacia una proposición. Al desear beber una cerveza y creer que hay cerveza en el frigorífico, una persona adopta una actitud de deseo con respecto a la proposición "hay cerveza en el frigorífico". Las actitudes proposicionales son ejemplos paradigmáticos de estados mentales con intencionalidad. Según la Hipótesis del Lenguage del Pensamiento (Fodor), tener una actitud proposicional implica mantener una relación con una entidad compleja que es una oración en el lenguaje del pensamiento propio (frecuentemente llamado en español "mentalés"). Según algunas versiones del materialismo eliminativo, las actitudes proposicionales son ficciones inútiles de la psicología popular (folk psychology) que serán reemplazas por la neurociencia. [Adaptado de Mandik, P. (2010) Key terms in Philosophy of Mind, 95)].
V. Rabossi (comp.) (1995) Filosofía de la mente y ciencia cognitiva, cap. 2 (Churchland) y 6 (Fodor).
El fisicalismo de Quine en conjunción con su teoría de la indeterminación de la traducción desemboca en una forma de materialismo eliminativo. Según la teoría de la indeterminación una vez fijadas las propiedades físicas de una situación, sus propiedades mentales siguen estando indeterminadas, lo que implica que el discurso mental queda aislado del discurso físico. Desde un punto de vista fisicalista esta independencia de lo mental significa que lo mental es independiente de lo real, es decir, que las actitudes proposicionales del la psicología popular (o lenguaje intencional) no tratan de algo real.
La irreductiblidad de las propiedades intencionales o de las actitudes proposicionales puede llevar a conclusiones opuestas según se acepte (Quine) o se rechace el fisicalismo (Brentano). Pero, en mi opinión, la clave de la cuestión está en la independencia de lo físico y lo mental, esto es algo que Quine no demuestra (los presupuestos de la tesis de la indeterminación son discutibles) y lleva al problema de la naturalización de lo intencional (que creo es equivalente a lo que Chalmers ha llamado "the hard problem"). Esta posibilidad (la naturalización) es lo que el eliminacionismo excluye.
Todo esto conduce a la pregunta ¿Cúales son las teorías alternativas tomando como premisa la negación de la ruptura de los físico y lo mental? (con lo que de alguna manera volvemos al problema clásico del cuerpo y la mente).
Tenemos el fisicalismo reduccionista, el fisicalismo no reduccionista, el materialismo anómalo (que al parecer fue finalmente aceptado por Quine -v., Moya, 13-), y el dualismo de propiedades. ¿Son éstas todos los modos de afrontar la naturalización de lo intencional, o en otras palabras -y desde una perspectiva más amplia-, la naturalización de la mente?

Creo que lo que está haciendo Damasio, por ejemplo, es contribuir a esta naturalización, que necesariamente debe pasar por una investigación empírica, si bien tenga que asumir presupuestos filosóficos o conceptuales como la identidad mente-cerebro (como el propio Damasio reconoce).

(Además, ¿En qué medida debe distinguirse de la naturalización de la fenomenología? ¿Qué relación hay entre naturalismo, materialismo y fisicalismo)

Algunos autores utilizan otra terminología para hablar de lo mismo, ya que se refieren a las creencias y a los deseos como eventos y estados intencionales (por ejemplo, Bernard W. Kobes en sus críticas a Churchland).