Those who ignore philosophy are condemned to repeat it

Those who believe themselves to be exempt from philosphy influence are usually the slaves of some defunct philosopher


(Adaptación de Paul Thagard de las frases de Santayana y Keynes)

jueves, 11 de noviembre de 2010

El murciélago de Nagel

Para empezar un par de cosas sobre la traducción. En la primera página el traductor ha vertido "psychophysical identification" por "identificación psicológica" provocando la consiguiente confusión. Obviamente el autor se está refiriendo a la identidad de lo mental y lo físico (Teoría de la Identidad), que, por otra parte, coloca en el mismo paquete que el materialismo y el reduccionismo.
Otro problema se deriva de la traducción de la expresión clave "like to be". El título "What is it like to be a bat?" es traducido por "¿Qué se siente ser murciélago?" (quizás podría ser también "¿Qué se siente al ser murciélago?" o "¿Cómo es ser murciélago?"). En la misma línea traduce "Facts about what it is like to be an X" (Nagel 1979, 168) por "Los hechos acerca de qué se siente ser X" (Nagel 2000, 278). Sin embargo, en otras ocasiones traduce la misma expresión de forma diferente, así "something that it is like to be a bat" (168) se convierte en "algo que los determina como tales" (279). Lo mismo ocurre cuando vierte "fundamentally an organism has conscious mental states if and only if there is something that it is like to be that organism -something it is like for the organism" (166) por "fundamentalmente un organismo tiene estados mentales conscientes si, y solo si, hay algo que lo determine a ser ese organismo, algo determinante para ese organismo" (276). Este segundo estilo de traducción me parece claramente erróneo, y tampoco veo ninguna razón para traducir de dos formas distintas la expresión en cuestión. (A esto habría que añadir la traducción de "at all" -166- por "de ninguna forma" en una oración que no es negativa -276- y que confunde claramente la intención del autor -de hecho se contradice en el párrafo siguiente-: "the fact that an organism has conscious experience at all means, basically, that there is something it is like to be that organism").

Estas últimas observaciones me llevan ya al contenido del artículo, en el que resulta sorprendente la concepción de la conciencia que Nagel maneja. Al parecer un organismo tiene experiencia consciente si hay algo que sea como ser o como sentirse (like to be) ese organismo (v., las dos citas anteriores de la página 166 de la edición inglesa). Como hemos visto, también precisa "something it is like for the organism", esta referencia a lo que es para el organismo no me parece fácil de interpretar, sin embargo el propio autor nos ayuda cuando inmediatamente añade "We may call this the subjective character of experience". Lo interesante es que Nagel da por sentado o supone que todo el mundo cree que los murciélagos tienen experiencia, no solo eso, sino que parece estar convencido de que no dudamos de que los ratones, las palomas o las ballenas igualmente la tengan. Esta creencia se convierte en un presupuesto importante -quizás no esencial- en la argumentación aunque nunca es sometida a un análisis crítico, ni se justifica seriamente. En mi opinión, es dudoso tanto que todo el mundo lo crea, o que en general no lo dudemos, como el contenido de esta creencia, es decir, que los murciélagos y gran parte del reino animal tengan conciencia entendida como el carácter subjetivo de la experiencia. Considerando su punto de vista no me resulta extraño que Nagel hable de "la vida interior del murciélago".

Otra cuestión que merecería alguna atención es que el autor parece también asumir que toda explicación física objetiva de los fenómenos mentales es fisicalista. Si cuando se refiere a una explicación física quiere decir una explicación del funcionamiento del organismo, utilizando "física" en un sentido amplio que incluye la química o la fisiología, no necesariamente la explicación debe ser fisicalista en sentido estricto. (En una nota, la última del artículo, el autor reconoce que no ha definido el término "físico", y parece estar pensando en la física en sentido estricto, sin embargo lo que sí deja claro es que debe ser algo objetivo, de manera que "si algún día nuestra idea de lo físico se expande hasta incluir los fenómenos mentales, tendrá que asignarles un carácter objetivo, al margen de si esto se realiza analizándolos en términos de otros fenómenos considerados como físicos" -296-). Actualmente los neurocientíficos están proponiendo, con mayor o menor éxito, explicaciones "físicas" en un sentido amplio, sin tener que preocuparse por el fisicalismo entendido como la reducción de todo el universo natural a las leyes y los conceptos de la física. No entro aquí en problemas como la conciliación de la física con la biología o la misma relación entre materialismo y fisicalismo.
   "¿Cómo podemos suponer que un marciano que investigara mi cerebro podría observar procesos físicos que fueran mis procesos mentales?" (287). Podemos suponer que cuando Nagel habla de procesos físicos se refiere a la actividad electroquímica de las neuronas. Obviamente nadie puede ver la mente en el cerebro (v., sin embargo, las entradas en las que hablo de la lectura cerebral o brain-reading), pero a lo que el autor apunta es a la imposibilidad de que "el verdadero carácter de la experiencia" de ese organismo se revele mediante el estudio del "funcionamiento físico de ese organismo" (285). Nagel rechaza la rreductibilidad de la experiencia subjetiva (primera persona) en los términos objetivos (tercera persona) que caracterizan la aproximación científica. Sin embargo, la explicación científica de la experiencia subjetiva no pretende sustituirla, no pretende que lo subjetivo deje de serlo o que la experiencia subjetiva pierda su carácter propio, esa diferencia entre lo interior y lo exterior que impregna la experiencia humana en general. Únicamente pretende -y no puede pretender otra cosa- explicar qué circuitos neuronales están implicados en la conciencia o en la subjetividad, de qué modo han de funcionar tales circuitos para hacer posible dicha subjetividad, cómo las alteraciones en tales circuitos afectan a esa experiencia, cómo este proceso se integra en el resto del organismo, o incluso cómo estos fenómenos se entienden desde un punto de vista evolutivo. No sabemos hasta dónde llegaran estos intentos pero podemos considerar que actualmente no es cierta la afirmación de Nagel (realizada en 1974) de que ninguna concepción disponible nos ofrece una pista sobre cómo podría explicarse físicamente el carácter subjetivo de la experiencia (290) (entendiendo "físicamente" en el sentido amplio al que antes me he referido).
En el Prefacio, el autor confiesa que el interés por el lugar que ocupa la subjetividad en un mundo objetivo ha sido una motivación central en su quehacer filosófico. Me parece obvio que no podemos convertir los subjetivo en objetivo, ni se me ocurre una razón para hacerlo. Una explicación científica, y en este sentido objetiva, no destruye o reemplaza la subjetividad como fenómeno humano, ni siquiera el imperioso materialismo elimina ti o podría hacerlo.
El problema de revelar "el verdadero carácter de la experiencias" en el funcionamiento físico del organismo será solo un problema empírico si nos referimos a la explicación neurocientífica de la experiencia. Un problema empírico cuya complejidad no impide necesariamente llegar a una explicación tan científicamente satisfactoria como pueda serlo en otras áreas particularmente complejas. Si por "el verdadero carácter de las experiencias" nos referimos a algo más, a la vivencia de la experiencia por ejemplo, quizás la poesía sea su mejor objetivación. No veo ninguna razón por la que la neurociencia no pueda convivir con la poesía, creo que en este mundo hay espacio para ambas.

[Tema de una fenomenología objetiva -295 y 296-. Cf. Dennet)

La conclusión de Nagel se puede sintetizar en esta idea: podemos reconocer la existencia de determinados hechos que están cognoscitivamente fuera de nuestro alcance. [Es la idea que desarrolla McGuinn. Desde otro punto de vista también es sostenida por Ferry].

Sigue persistiendo, sin embargo, algún misterio en el es y en el son cuando se dice que la mente es el cerebro o que los estamos mentales son estados físicos.


TEXTOS COMPLEMENTARIOS
"WHAT IS IT LIKE TO BE A BAT" SEGÚN DAVID PAPINEAU (Borrador de traducción. Texto original de su obra Philosophical Naturalism, capítulo 4, en la versión publicada en la página web del autor: http://www.kcl.ac.uk/ip/davidpapineau/Staff/Papineau/PhilNat2nded/PhNatIndexrevised.htm)

Mucha de la literatura contemporánea sobre la conciencia comienza con el artículo de Thoma Nagel "What is it Like to be a bat" (1974). Nagel arguye que la vida mental consciente implica ciertos hechos esencialmente subjetivos, hechos que solo pueden ser apreciados desde el pundo de vista de la primera persona, desde el pundo de vista del sujeto de esas experiencias conscientes. Tales hechos subjetivos contrastan con los hechos objetivos, como los hechos físicos, que son accesibles desde la perspectiva de la tercera persona, con independencia de cualquier punto de vista subjetivo particular/concreto. Sobre esta base Nagel concluye que cualquier explicación fisicalista de la mente fracasará al explicar el aspecto subjetivo de la vida mental.

Nagel ilustra esta tesis invitándonos a reflexionar sobre la experiencia ecolocativa de los murciélagos. Nagel asume [take it] que los murciélagos, como otros mamíferos, tienen experiencias conscientes. Concretamente, asume que los murciélagos tienen experiencias sensoriales conscientes cuando realizan la ecolocación. Pero, señala, nosotros, los seres humanos, no podemos adoptar el punto de vista de los murciélagos y por tanto no tenemos ni idea de cómo son esas experiencias. Usted puede [puedes] pensar que la ecolocación sería como volar en la oscuridad oyendo muchossonidos agudos. Pero esto sería cómo es para seres como nosotros, con una aparato perceptivo humano, practicar la ecolocación, y no, presumiblemente, lo que es para los murciélagos (practicar la ecolocación). Y, en efecto, cuanto más pensamos en ello, más claro resulta que no podemos captar [que no dominamos] la naturaleza subjetiva de la experiencia ecolotiva del murciélago.

Nagel centra su atención en los murciélagos no porque tenga alguna duda de que los murciélagos sean conscientes, sino más bien porque nuestra completa incapacidad para adoptar el punto de vista del murciélago subraya la existencia del lado subjetivo de la experiencia del murciélago. En el caso de otros seres humanos y tal vez incluso en el de chimpancés, perros y ardillas, podemos ponernos en su lugar, e imaginar que tenemos experiencias como las suyas. Y de esta manera es más fácil, en estos casos, no advertir que captar el aspecto subjetivo de la experiencia requiere que abandonemos la perspectiva objetiva de la tercera persona. Pero puesto que no nos podemos poner en lugar de los murciélagos este ejemplo concreto nos fuerza a reconocer que una perspectiva meramente objetiva no nos da ningún acceso a la realidad subjetiva de la experiencia.

A pesar de la plausibilidad de la línea argumental de Nagel, pienso que el fisicalismo puede enfrentarse al reto (desafío) que plantea. Procedamos por etapas. Para empezar, deberíamos conceder inmediatamente que hay un sentido en que los seres humanos están de hecho desconectados [cut off from] de la experiencia del murciélago. Nosotros no tenenos experiencias de ecolocación, mientras que los murciélagos las tienen. En este sentido es indudablemente verdadero que "no tenemos acceso a", "no podemos apreciar", o cualquier frase que prefiera, la "realidad subjetiva" de la experiencia del murciélago. Pero esta observación por sí misma no produce/ofrece (suministra [yields]) ningún argumento contra el fisicalismo. Ya que los fisicalistas estan tan bien situados como cualquiera para explicar esta diferencia entre murciélagos y humanos. Los fisicalistas piensan que las experiencias conscientes son idénticas a ciertos eventos físicos en el cerebro. Así los fisicalistas pueden decir que la diferencia entre murciélagos, que tienen experiencias de ecolocación, y humanos, que no las tienen, es simplemente que ciertos eventos físicos, a saber, aquellos que constituyen las experiencas de ecolocación, ocurren en los murciélagos pero no en los humanos. En este sentido el fisicalismo puede reconocer fácilmente que los murciélagos tienen acceso a experiencias que los humanos no pueden apreciar.
Este punto es central para la visión/concepción fisicalista de la experiencia consciente. El fisicalism no niega que haya experiencias conscientes, ni, si usted quiere, que "that it is like something to have them". Lo que se sostiene [the claim] es solo que eso no es diferente de lo que es ser un determinado tipo de sistema físico [Physical system of the relevant kind]. Por supuesto hay algo que es como experimentar dolor, o ver el rojo, o saborear queso. Y tales cosas son importantes, especialmente para los sujetos de esas experiencias. Pero, insiste el fisicalista, no son cosas no-físicas. Lo que hace "it like that" para usted es que usted es usted, es decir, que usted es un sistema físico de cierto tipo. Si usted fuera físicamente diferente in los aspectos relevantes, las cosas serían diferentes para usted.

Esta es la respuesta fisicalista inicial al reto de Nagel. Hay, sin embargo, una línea de argumentación más persuasiva/convincente sugerida por la posición de Nagel. Suponga que usted de alguna manera llega a tener experiencias de ecolocación. ¿No diferiría usted de de otros seres humanos no solo por haber tenido esas experiencias, sino en saber algo que otros seres humanos no sabrían, a saber, lo que las experiencias de ecolocación “were like” [a saber, cómo son las experiencias de ecolocación (o cómo se sienten las experiencias de ecolocación)]. ¿Y no sería éste un conocimiento de un hecho esencialmente subjetivo? Ya que observe  que usted podría haber sabido todo lo que hay que saber sobre la experiencia del murciélago desde un punto de vista objetivo –usted podría haber sido un experto en la ecolocación del murciélago, que supiera todo sobre la física y la fisiología y el trabajo computacional del cerebro de los murciélagos- y aún así, antes de haber tenido las experiencias de ecolocación usted no habría sabido cómo son/cómo se sienten/cómo es tenerlas. De esta manera parece que se sigue que después de haber tenido una experiencia usted adquiere conocimiento de ciertos hechos –los rasgos subjetivos fenonénicos de la experiencia- que son necesarimente omitidos por cualquier explicación/versión objetiva fisicalista.     



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Nagel 1979, Mortal Questions, Cambridge University Press.
Nagel 2000, Ensayos sobre la vida humana, FCE.
Papineau 1993, Philosophical Naturalism, Blackwell.

ENLACES:
Naturalismos. Propuesta de clasificación (Presentación). Web del grupo de investigación HUM-04099 de la Junta de Andalucía, cuya investigadora principal es María José Frápolli Sanz de la Universidad de Granada.

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