[V., la sección dedicada a Wilson en la entrada sobre el volumen The Extended Mind (Menary, ed., 2010) en mi blog sobre mente extendida y cognición corpórea]
Para empezar parece que la noción de contenido en filosofía de la mente está asociada, por una parte, a la idea de representación y, por otra, al modelo lingüístico. El contenido sería así lo que una representación dice acerca de lo que ésta representa. En cuanto al modelo lingüístico, el contenido coincide con el significado de una frase: "The snow is white" expresa el mismo contenido que "La nieve es blanca". A su vez, el contenido linguístico parece estar relacionado con la referencia: la frase se refiere a un determinado objeto (la nieve) y a una propiedad de este objeto (blanca).
[Sin, embargo, sobre referencia y representación hay mucho más que decir].
El modelo lingüístico pone de relieve el carácter simbólico-arbitrario de la relación entre el significante y el contenido. En este sentido, podría decirse que el contenido es independiente (lo que llamo separabilidad), en tanto que el mismo contenido puede pasar de un continente (o vehículo) a otro sin ningún problema aparente, como en los ejemplos de la frase en español y en inglés del párrafo anterior (v., más abajo esta idea de separabilidad en relación con el capítulo "Mental Content" en Philosophy of Mind de Kim).
Los dos aspectos, tanto el de la representación como el modelo linguïstico, plantean la cuestión de la diferencia -o la relación- entre referente y contenido, así como entre referencia, significado, y contenido. Se ha considerado que el contenido mental supone dos problemas distintos: el de la referencia y el del significado (en otros términos: denotación/connotación o extensión/intensión). Algunos autores distinguen entre significado y contenido (Loar, Peacocke), mientras que otros tienden a asimilar ambos conceptos (Dretske, Cummins). En el primer caso la diferencia estriba en que el significado es específicamente lingüístico.
Entre las principales teorías acerca del contenido mental me voy a centrar en las:
TEORÍAS CAUSALES:
1.A.
-Fodor
-Dretske
1.B.
-Putnam y Tyler Burge (externalismo semántico)
Aunque la posición 1.B es conocida como "externalismo", todas las teoría causales son en alguna medida externalistas, ya que lo que determina el significado de la representación mental es la relación causal con el entorno. En este contexto parece que se llama "contenido" al efecto mental (¿perceptual?) del referente. [Pero, v., Pylyshyn (1984/1986), por ejemplo, quien afirma que la relación de contenido es una relación semántica, no una relación causal (27)].
El principal problema con el que se enfrenta una teoría causal ingenua es el de la falsa representación o de la representación errónea (misrepresentation). Una representación errónea sería aquella en la que, por ejemplo, creo ver una manzana cuando en realidad es una naranja. Dado que la causa de la representación es la naranja nos encontramos con que una teoría causal no puede dar cuenta del representarme una manzana.
Fodor y Drestke han propuesto diferentes soluciones para este problema. La respuesta de Dretske se basa en la noción de función de la representación mental: la función de la representación de manzana (adquirida mediante aprendizaje o evolutivamente) es representar manzanas, no naranjas; por tanto, cuando la representación no realiza su función estamos ante una caso de falsa representación.
Una interesante objeción a la concepción causal se basa en el experimento mental del "hombre del pantano" propuesto inicialmente por Davidson. Básicamente consiste en plantearse la hipótesis de una réplica físicamente idéntica a una persona y preguntarse por las posibles diferencias entre esta persona y su réplica. ¿Tendría la réplica los mismos pensamientos que el original, los mismos contenidos mentales, etc.? Dejando a un lado la cuestión de la utilidad de este tipo de experimentos mentales (y de la imposibilidad de tales situaciones), creo que es intuitivamente correcto aceptar que la réplica físicamente idéntica será también mentalmente idéntica al menos en el instante de su aparición. Otra cuestión será si la identidad mental es suficiente para afirmar la identidad de la referencia y/o del significado.
En una nota de La Trenza de Tres Cabos Putnam considera la ausencia de interacción causal del hombre del pantano. La respuesta de Putnam es "que en el momento en el que el hombre del pantano comienza a experimentar algo también comienza a estar en un tipo de interacción causal portadora de información con los objetos de esa experiencia, y esto es suficiente para condederle algún contenido mínimo a los conceptos que utiliza en conexión con esa experiencia" (pp. 254-255). Parece claro que el hombre del pantano comienza a interactuar causalmente desde el momento de su aparición, y a partir de ese mismo instante la mente de la réplica y del original comienzan a ser distintas (así como sus respectivos cuerpos -incluyendo el cerebro-). Por una parte me pregunto si podemos distinguir la cuestión de si idénticos estados físicos conllevan necesariamente idénticos estados mentales de la cuestión acerca de si idénticos estados físicos conllevan idénticos contenidos mentales, me inclino a pensar que sí. Los conocidos experimentos mentales de Putnam a favor de una respuesta externalista, como el de las tierras gemelas, tratan de establecer que la identidad física entre un organismo y su réplica no conlleva necesariamente la identidad de sus contenidos mentales. En mi opinión, un aspecto del problema se puede deber a cierta confusión sobre la noción contenido y su relación con las nociones de significado y referencia. Tanto el significado de una oración como su referencia dependen de la relación del organismo con el entorno o con el mundo, esto no parece estar en discusión. La palabra "agua" puede referirse a una sustancia químicamente distinta en la Tierra y en la Tierra Gemela si lo que llaman "agua" en T y lo que llaman "agua" en TG son sustancias físicamente distintas aun cuando los pensamientos y las actitudes del organismo en T y su réplica en TG sean iguales con respecto a "agua". Yo llamaría contenido mental solo a esos pensamientos (y aspectos mentales de las actitudes, etc.) que son iguales en ambos organismos, no hay porqué llamar contenido mental al significado y/o a la referencia lingüísticos. Quizás el origen del problema esté en reducir el contenido mental al contenido de proposiciones actitudinales que han sido concebidas según un modelo lingüístico.
Creo que el contenido mental debe ser entendido en un sentido, por una parte, internalista y, por otra, no limitado a las actitudes proposicionales. En cuanto al caso del hombre del pantano lo significativo no es que la réplica carezca de interacción causal previa, sino que la interacción causal se encuentra de hecho replicada mediante la duplicación física, ya que la historia causal mentalmente relevante para el organismo se encuentra integrada en su cuerpo-cerebro. En cierta medida mi posición se asemeja a lo que Putnam peyorativamente llama "cartesianismo materialista" y a lo que S. Stich ha llamado "principio de autonomía psicológica", y que yo denominaría "internalismo ecológico". Desde este punto de vista una parte (al menos) del contenido mental es contenido representacional -dicho sintéticamente, se refiere al mundo-, lo que determina el contenido representacional es la interacción del organismo con el entorno, pero esta determinación se produce mediante modificaciones físicas del organismo, incluyendo el registro neural de tales alteraciones y de las reacciones subsiguientes. El contenido representacional es el resultado de los estados del organismo (podría decirse en otro sentido que son estados del organismo) que a su vez son el resultado de la interacción del organismo con el entorno. Los estados del organismo son en este sentido estados internos del organismo. Un cambio en el entorno no es mentalmente relevante sincrónicamente si no produce un cambio "interno" en el organismo. La función original de estas modificaciones del organismo es facilitar su viabilidad biológica, lo que depende de la relación organismo-entorno, no hay organismo sin entorno. [El entorno podría ser artificialmente simulado. Esta es más o menos la premisa del film Matrix. Con idendependencia de los problemas nomológicos o empíricos, este escenario parece lógicamente posible].
La dimensión representacional o semántica de los contenidos mentales es el resultado de la historia evolutiva de la especie. No veo que necesariamente tenga que existir un conflicto entre una concepción internalista y la dimensión semántico-representacional de los contenidos mentales, siempre y cuando el internalismo concierna al organismo en su conjunto y no solo al cerebro. El internalismo ecológico (o evolucionista o corpóreo) es además compatible con la psicología del sentido común.
Una formulación del externalismo (o externismo) del contenido es la siguiente: "El externismo con respecto al contenido mental es la tesis según la cual los contenidos de la actitudes proposicionales de un individuo no están determinados por propiedades del individuo considerado aisladamente de su entorno físico o social" (Falvey y Owens -citado por C. Moya en Filosofía de la mente, p. 161). Pero ¿qué significa "considerado aisladamente"? Creo es este punto es clave.
Putnam ha puesto de manifiesto cómo su externalismo está estrechamente asociado a las actitudes proposicionales y a una concepción lingüística de (al menos parte de) la mente: "Mi propio punto de vista ("el externalismo semántico"), que acepta hoy en día la mayor parte de los filósofos del lenguage y de la mente, consiste en decir que el contenido de las oraciones (y de manera derivada, el contenido de las creencias y de otras condiciones psicológicas dependientes del lenguage) depende, al menos en parte, de la determinación de la referencia en el contexto particular (utilizando la jerga técnica depende de la "extensión") de los términos expresados en la oración o en la expresión de creencia, y que la referencia depende de factores que son externos al cuerpo y al cerebro del hablante [...] Las condiciones neurológicas del hablante (o su "estado cerebral") no son suficientes, en principio, para determinar si un hablante determinado, cuando utiliza la palabra olmo, se refiere a un olmo o a un haya" (La Trenza de Tres Cabos, p. 141 -negrita añadida).
Es cierto que el internalismo tiene que enfrentarse al problema de individualizar las creencias sin apelar a factores externos (Putnam, p. 142). Sin embargo, este no es mi objetivo aquí (la individualización de las creencias), sino el uso de la noción de contenido en filosofía de la mente, para después compararlo con la noción de contenido cerebral o neural.
La idea de separabilidad a la que aludí al principio de la entrada aparece claramenta cuando Kim introduce el tema en su Philosophy of Mind: "different attitudes (believing, hoping, and doubting), have the same content" (p. 227). La noción de contenido depende, además, de la noción de referencia: "This content represents a certain state of affairs" (ibid.). Como se puede observar la noción de contenido mental está asociada a las actituded proposicionales y a la noción de representación.
El tema del contenido también puede cotemplarse desde el punto de vista de la neurofilosofía. De nuevo la noción de contenido es esencialmente la de contenido representacional (relacionado con la noción de intencionalidad o "aboutness"). La llamada psicosemántica trata de ofrecer una explicación sobre lo que es para un estado representacional (en este caso, cerebral) ser sobre ("about") algo [que un estado representacional sea sobre/se refiera a algo], en otras palabras, una explicación de cómo determinados estados y eventos pueden tener contenido representacional. La neurofilosofía ha contribuido a una psicosemántica fisicalista mediante dos teorías: "Functional Role" e "Informational". La primera sostiene que una representación tiene contenido gracias a las relaciones que mantiene con otras representaciones (v., Block). La segunda es una teoría causal: la ascripción de contenido a un estado (cerebral) depende de la relación causal entre el estado y el objeto que representa (v., Dretske). Una objeción habitual es, cómo ya mencioné, la relacionada con la falsa representación (y la simple covariación causal no indica necesariamente una relación de representación). La respuesta en términos teleológicos apela a la noción de función: A es una representación de B si tiene la función de portar la información de haber sido causado por B.
Parece que las nociones de contenido neural y representación cerebral reproducen el modelo del contenido/representación mental. A veces, ni siquiera se aprecia una distinción entre ambos. La propuesta de Paul Churchland si sería una verdadera concepción neural-cerebral.
OTRO ENFOQUE [V., también, la entrada sobre la triple estructura de la representación]
Otra manera de enfocar la cuestión es partir de la distinción entre contenido intencional y contenido fenoménico o fenomenal. El primero consistiría en el hecho de que un estado mental se refiere a algo realmente presente en el mundo, mientras que el contenido fenoménico consiste en determinadas cualidades experimentadas subjetivamente (con independencia de lo que realmente haya en el mundo exterior). En este sentido se podría decir que un sueño o una alucinación tienen contenido fenoménico pero no contenido intencional.
Creo que este enfoque puede ser confuso. De entrada, todo contenido consciente es fenoménico, y sucede que en la vida cotidiana una gran parte de este contenido es una respuesta a estímulos presentes en el entorno. El responder a un estímulo externo es, por tanto, una propiedad de ciertos contenidos fenoménicos.
Llamaré contenido fenoménico al contenido de la experiencia subjetiva, es decir, el contenido fenoménico es lo que el sujeto experimenta [Otra cuestión sería si existe contenido fenoménico no consciente. Creo que debemos distinguir entre contenido fenoménico que, por definición, es siempre consciente, por un lado, y representación inconsciente del estímulo, así como procesamiento inconsciente de la información, por otro].
Desde el punto de vista de los correlatos neuronales de la conciencia es posible distinguir entre correlatos del estímulo y correlatos de la experiencia. Es posible detectar actividad neuronal correlacionada con la presencia de cierto estímulo sin que el estímulo llegue a ser experimentado conscientemente. Incluso cabría hablar de una representación neuronal no consciente de ese estímulo, como en el caso de la visión ciega.
Otra distinción interesante proveniente de la neurociencia es la que se hace entre correlatos de los niveles de conciencia y correlatos del contenido fenoménico. [Miller (2007) presenta la distinción entre los dos primeros tipos de correlaciones (estímulo/experiencia) a propósito del trabajo de Logothetis y colaboradores sobre rivalidad binocular (p. 160). Sobre ambas distinciones (estímulo/experiencia y niveles/contenido), v., por ejemplo, Rees et al (2002). V., también Haynes (2009), p. 5].
REPRESENTACIONALISMO Y QUALIA
Desde el punto de vista del representacionalismo los qualia son esencialmente representacionales, son los contenidos representacionales de la experiencia, y la representación es un concepto fundamentalmente funcional. Por ejemplo, el dolor no es una cualidad o una propiedad de la experiencia, sino el contenido de la experiencia. En este sentido el contenido es lo que la experiencia representa, es decir, el dolor, también entendido como objeto intencional (v., Kim, Ph. of Mind, pp. 290-293 y 318).
Una versión del representacionalismo afirma que los qualia (o la mayoría de ellos) son vehículos representacionales (V., Kim, p. 294).
Aunque el representacionalismo parece una posición difícil de sostener (los qualia no son exaustivamente explicados por, o reducidos a, su contenido representacional: no se puede dar cuenta de toda nuestra fenomenología, y de todos sus aspectos, en términos de representación) lo que me interesa aquí no es eso, sino la utilización del término "contenido" en este contexto.
CONTENIDO Y REPRESENTACIÓN
Mark Rowlands: Enactivism, Intentionality and Content.
Este blog es un instrumento informal de estudio y reflexión. Incluye también temática psicológica y de ciencias cognitivas en general. Normalmente varias de sus entradas estarán en construcción y la mayoría permanecerán abiertas (©Alfredo Martínez Sánchez)
Those who ignore philosophy are condemned to repeat it
Those who believe themselves to be exempt from philosphy influence are usually the slaves of some defunct philosopher
(Adaptación de Paul Thagard de las frases de Santayana y Keynes)
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