LA TRIBUNA. Antonio R. Damasio
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Alfredo Martínez Sánchez*
En 1848 Phineas P. Gage trabajaba en la construcción del ferrocarril en
Vermont (EEUU) cuando una barra de hierro le atravesó el cráneo.
Sorprendentemente Phineas sobrevivió y las lesiones no parecieron afectar a sus
facultades mentales. Sin embargo, con el paso del tiempo, su vida se convirtió
en un desastre debido a que la lesión cerebral había socavado su aptitud para
tomar decisiones en el ámbito personal y social. Su `razón teórica´ parecía
funcionar perfectamente pero no ocurría lo mismo con su `razón práctica´. Este
es el punto de partida del libro que dio a conocer el nombre del neurólogo
Antonio R. Damasio, recientemente galardonado con el Premio Príncipe de Asturias
más allá del círculo de los especialistas: `El error de Descartes´ (1994,
traducción castellana de 1996). Su explicación para el caso de Phineas P. Gage
radicaba en que la lesión cerebral había afectado a alguna forma de conexión
entre la razón y la emoción, y concluyó, tras diversas investigaciones, que la
reducción de las emociones puede ser una causa de comportamiento irracional (al
menos en la misma medida que pueden serlo las emociones incontroladas). El libro
proponía un programa de investigación sobre la neurobiología de las emociones,
ofrecía algunos resultados, sugería hipótesis, y suscitaba la reflexión
filosófica y antropológica. En poco tiempo alcanzó un elevado número de
traducciones y comenzó a ser citado tanto en contextos científicos como
humanísticos. El best-seller de Daniel Goleman `Inteligencia Emocional´ lo
menciona ya en 1995 como autoridad científica de referencia junto a Joseph
LeDoux, quien en 1996 publicaría `El cerebro emocional´.
Otras ideas esenciales contenidas en `El error de Descartes´ son que la mente deriva no sólo del cerebro sino del cuerpo en su conjunto, apartándose tanto de los modelos que comparan la mente con el software de un ordenador, cuanto del dualismo tradicional representado por Descartes. El cuerpo no es sólo un soporte físico sino que contribuye a la formación de su contenido a través de la información que el cerebro recibe constantemente sobre el estado del cuerpo. Esta tesis se encuentra en el núcleo del segundo libro que Damasio ofrece a un público que no se reduce a la comunidad científica: `La sensación de lo que ocurre. Cuerpo y emoción en la construcción de la conciencia´ (1999/2001), en el que se propone indagar en la neurobiología de la conciencia, algo que se había considerado, al igual que los sentimientos, demasiado sutil e inmaterial para ser accesible a la investigación empírica. Según sus propias palabras: "la conexión entre emoción y conciencia, por un lado, y entre ambas y el cuerpo, por otro, forman el tema principal de este libro". Tanto los sentimientos como la conciencia son entendidos como fenómenos biológicos, pero teniendo muy en cuenta que el organismo humano no sólo se relaciona con un medio físico, sino también con un medio social y cultural característicamente humano. Al considerar la conciencia y los sentimientos como realidades naturales, Damasio trata de evitar una visión empobrecida de los mismos, mostrándose sensible a los matices y potencialidades humanos.
Después de `La sensación de lo que ocurre´, probablemente la obra más técnica de las tres, Damasio ha publicado `Looking for Spinoza´ (2003, aún sin traducir), en cuyo título volvemos a encontrar el nombre de un filósofo, indicando que los intereses del científico no se limitan estricta y exclusivamente a la neurobiología. Pero, mientras que en `El error de Descartes´ la actitud era abiertamente crítica con respecto al pensamiento del filósofo francés, en este caso el autor propone una interpretación de Spinoza (holandés pero de origen ibérico) como antecedente de su propia concepción del ser humano en los aspectos que se desprenden de las investigaciones más recientes en neurociencia. En `Looking for Spinoza´ Damasio ha reordenado y actualizado elementos fundamentales de sus dos libros anteriores, con una voluntad integradora que se completa con argumentos sobre las vinculaciones de la ética con la biología, así como sobre la utilidad social y personal de los conocimientos generados por la neurobiología. El autor cierra la obra proponiendo una interpretación del pensamiento y la persona de Spinoza (o Espinosa), que desarrolla, al mismo tiempo, su especulación filosófica más deliberada.
El cerebro sigue siendo un objeto de estudio extremadamente complejo y aún queda mucho por descubrir, pero Antonio R. Damasio piensa que la ciencia ya ha puesto en marcha un proceso ineludible, del que su propio trabajo es uno de los mejores ejemplos.
Damasio nació en Portugal, estudió Medicina en Lisboa y trabaja actualmente en la Universidad de Iowa y en el Salk Institute de La Jolla. Además de los libros reseñados ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas y ha participado en distintas obras sobre neurología. El día 22 de junio fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2005 por su contribución al conocimiento del funcionamiento del cerebro y al tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas; el jurado valoró también su labor divulgativa. Ha recibido numerosas distinciones internacionales.
* Doctor en Filosofía y profesor honorario de la Universidad de Málaga.
Otras ideas esenciales contenidas en `El error de Descartes´ son que la mente deriva no sólo del cerebro sino del cuerpo en su conjunto, apartándose tanto de los modelos que comparan la mente con el software de un ordenador, cuanto del dualismo tradicional representado por Descartes. El cuerpo no es sólo un soporte físico sino que contribuye a la formación de su contenido a través de la información que el cerebro recibe constantemente sobre el estado del cuerpo. Esta tesis se encuentra en el núcleo del segundo libro que Damasio ofrece a un público que no se reduce a la comunidad científica: `La sensación de lo que ocurre. Cuerpo y emoción en la construcción de la conciencia´ (1999/2001), en el que se propone indagar en la neurobiología de la conciencia, algo que se había considerado, al igual que los sentimientos, demasiado sutil e inmaterial para ser accesible a la investigación empírica. Según sus propias palabras: "la conexión entre emoción y conciencia, por un lado, y entre ambas y el cuerpo, por otro, forman el tema principal de este libro". Tanto los sentimientos como la conciencia son entendidos como fenómenos biológicos, pero teniendo muy en cuenta que el organismo humano no sólo se relaciona con un medio físico, sino también con un medio social y cultural característicamente humano. Al considerar la conciencia y los sentimientos como realidades naturales, Damasio trata de evitar una visión empobrecida de los mismos, mostrándose sensible a los matices y potencialidades humanos.
Después de `La sensación de lo que ocurre´, probablemente la obra más técnica de las tres, Damasio ha publicado `Looking for Spinoza´ (2003, aún sin traducir), en cuyo título volvemos a encontrar el nombre de un filósofo, indicando que los intereses del científico no se limitan estricta y exclusivamente a la neurobiología. Pero, mientras que en `El error de Descartes´ la actitud era abiertamente crítica con respecto al pensamiento del filósofo francés, en este caso el autor propone una interpretación de Spinoza (holandés pero de origen ibérico) como antecedente de su propia concepción del ser humano en los aspectos que se desprenden de las investigaciones más recientes en neurociencia. En `Looking for Spinoza´ Damasio ha reordenado y actualizado elementos fundamentales de sus dos libros anteriores, con una voluntad integradora que se completa con argumentos sobre las vinculaciones de la ética con la biología, así como sobre la utilidad social y personal de los conocimientos generados por la neurobiología. El autor cierra la obra proponiendo una interpretación del pensamiento y la persona de Spinoza (o Espinosa), que desarrolla, al mismo tiempo, su especulación filosófica más deliberada.
El cerebro sigue siendo un objeto de estudio extremadamente complejo y aún queda mucho por descubrir, pero Antonio R. Damasio piensa que la ciencia ya ha puesto en marcha un proceso ineludible, del que su propio trabajo es uno de los mejores ejemplos.
Damasio nació en Portugal, estudió Medicina en Lisboa y trabaja actualmente en la Universidad de Iowa y en el Salk Institute de La Jolla. Además de los libros reseñados ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas y ha participado en distintas obras sobre neurología. El día 22 de junio fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2005 por su contribución al conocimiento del funcionamiento del cerebro y al tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas; el jurado valoró también su labor divulgativa. Ha recibido numerosas distinciones internacionales.
* Doctor en Filosofía y profesor honorario de la Universidad de Málaga.
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