Those who ignore philosophy are condemned to repeat it

Those who believe themselves to be exempt from philosphy influence are usually the slaves of some defunct philosopher


(Adaptación de Paul Thagard de las frases de Santayana y Keynes)

viernes, 7 de enero de 2011

Y EL CEREBRO CREO AL HOMBRE. Antonio Damasio

INTRODUCCIÓN
Estas Navidades hemos podido ver el último libro de Damasio (junto a otros con la palabra "cerebro" o una imagen del mismo en la portada) en los expositores de novedades de las librerías, cerca de los más exitosos best-sellers y de los autores recientemente premiados. Incluso lo he visto en un escaparate flanqueado por una obra dedicada a la princesa Leticia y a escasos centímetros por otra sobre "la roja", la selección española de futbol.
Aunque el protagonismo de la palabra mágica ("cerebro") en la tapa de la edición española se debe a la habilidad del editor, ésta ya aparece en el subtítulo original (Constructing the Conscious Brain), -no así en el título de la obra: Self Comes to Mind- [En cuanto al subtítulo, qué editor -o autor con visión comercial- puede renunciar a la palabra mágica, aún a costa de incurrir en la falacia mereológica? Es decir, en atribuir al cerebro lo que corresponde a la persona: no hay cerebros conscientes, sino personas conscientes]. La verdad es que la traducción podría resultar decepcionante, quizás algo así como "El sí mismo llega a la mente"*, en cualquier caso claramente más aburrido que Y el Cerebro Creó al Hombre. Lo que unido a la ilustración de la portada hace de la versión española una propuesta mucho más interesante -por lo que significa- que la de la aséptica edición en inglés. Sobre todo desde el punto de vista del marketing y de la sociología de la ciencia, por la función asignada al cerebro y el contraste con la perspectiva bíblica expresada en la ilustración que recrea un episodio del Génesis.
[*Curiosamente en el último capítulo del libro encontramos una sección que reproduce el título (Self comes to mind) y que el traductor ha vertido como "Y el sí mismo se adueñó de la mente", y por tanto debería haber sido el título de la obra].
Esta visión (la que revela la portada) que cierta divulgación de la neurociencia tiende a trasmitir se manifiesta en diferentes ámbitos, por ejemplo, aparece explícitamente formulada para el dominio moral en el siguiente texto perteneciente a la obra Neurocultura de Francisco Mora: "O bien la moral, el razonamiento moral, y los valores morales y las normas que derivan de ellos vienen emanados de Dios, y, por tanto, la teología tiene casi todo que decir, o bien derivan de los seres humanos mismos, de su proceso evolutivo, de su propia biología en intercambio constante con sus culturas, y por tanto, de su propio cerebro y sus códigos de funcionamiento" (66).
Como he mencionado antes la transformación que sufre la portada del libro de Damasio en la edición española es particularmente interesante, ya que sintetiza a la perfección dos falacias carterísticas de esa visión en la interfaz neurosciencia/sociedad a la que antes me he referido:
-La primera falacia aparece plenamente desplegada en el texto de F. Mora y es el falso dilema: "o teología o biología".
-Ya puestos también voy a bautizar la segunda, quizás podríamos llamarla falacia neuroantropológica, y estaría transparentemente reflejada en el título adoptado: Y el cerebro creó al hombre. 
(Sin embargo, la expresión "neuroantropología" (quizás como una disciplina neurofilosófica) podría igualmente aplicarse en un sentido restringido a una tarea legítima, como sería el estudio de las implicaciones y las consecuencias antropológicas -en sentido filosófico- de los avances neurocientíficos, así como de sus límites -diferente de la neuroantropológía que concierne a la antropología como ciencia social-).

RESEÑAS
Voy a considerar tres de las reseñas que han aparecido, seleccionadas por el prestigio de sus respectivos autores, dos de ellos filósofos, el otro neurobiólogo: Ned Block, J. Bickle, y Steven Rose.

WHAT WAS I THINKING?
Ned Block.
Publicado en la edición electrónica de The New York Times el 26 de Noviembre de 2010 (la versión en papel apareció el día 28 del mismo mes en el Sunday Book Review).
   Block parte de la distinción entre conciencia fenoménica (phenomenal consciousness) y auto-conciencia o conciencia de sí (self-consciousness). La crítica fundamental de Block se dirige a la tesis según la cual la primera depende de la segunda, lo que llevaría a Damasio a negar la presencia de conciencia fenoménica si no hay conciencia de sí. El autor trata de refutar esta posición apelando a determinada evidencia empírica:
-(1) Experimentos realizados con pacientes en estado vegetativo parecen mostrar que éstos tienen conciencia fenoménica aunque no haya signos conductuales de la misma. Los experimentos se han producido en dos fases, en la primera se pidió al paciente que se imaginara dos situaciones, en una que se imaginara a sí mismo jugando al tenis, y en la otra que se imaginara pasando de una habitación a otra en su casa. Cuando se midió mediante técnicas de neuroimagen (técnicas de imaginería cerebral) la correspondiente activación de su cerebro en cada caso se observó que era la misma que en el grupo de control formado por personas normalmente conscientes (se activaban áreas motoras para el tenis y áreas espaciales para el moverse por las habitaciones). En la segunda fase un paciente en el mismo estado fue capaz de usar la alternativa tenis/desplazamiento para responder si o no a varias preguntas simples [v., cómo el mismo sistema ha sido utilizado en sujetos normales en un experimento realizado en UCL].
- (2) En segundo lugar, los sueños muestran que es posible tener una vívida conciencia fenoménica incluso en ausencia de conciencia de sí.
- (3) En tercer lugar, hay pruebas de que la experiencia consciente puede ser lo opuesto a la actividad auto-reflexiva (antithetical to self-reflective activity). El neurocientífico Rafi Malach presentó a distintos sujetos un conjunto de imágenes pidiéndolos que juzgaran su respuesta emociona como positiva, negativa o neutra (se supone que se trata de una actividad que pone en juego la self-consciousness). Después presentó las mismas imágenes a otros sujetos y les pidió que categorizaran rápidamente las imágenes, por ejemplo animales o no. El investigador observó que en este caso, a pesar de estar viendo las imágenes conscientemente, los circutios cerebrales implicados en la tarea anterior se encontraban inhibidos. Además, los sujetos calificaron su grado de autoconciencia (self-awareness) como alto en el primer caso y como bajo en el segundo. La conclusión de Malach citada por Block nos facilitará la contraargumentación: los resultados son coherentes con nuestra sensación de pérdida de autoconciencia cuando realizamos un acción que implique una importante dimensión sensorio-motora.

Para evaluar estas objeciones tenemos que considerar varios aspectos, por ejemplo:
-¿Mantiene Damasio que la auto-conciencia (self-consciousness) es una condición necesaria de la conciencia fenoménica (phenomenal consciousness)?
-En caso afirmativo ¿Demuestran los argumentos de Block que Damasio está equivocado?

   Comencemos con el argumento (1). El propio Damasio considera el mismo caso (la investigación de Adrian Owen) (248-249) y estima que "los hallazgos son compatibles sin lugar a dudas con la presencia de un proceso mental y aun con una mínima presencia de sí mismo", pero concluye que, a pesar de su relevancia, no prueban la presencia de comunicación consciente ni son una justificación razonable para abandonar la definición de conciencia que ha propuesto (249).

NOTA TERMINOLÓGICA
   -Self-consciousness: racionalidad, reflexión, conocimiento y vigilia. Probablemente algo específicamente humano. Block se refiere a él como "inflate self", es decir, un sí mismo inflado o hinchado.
   -Phenomenal consciousness: what it is like to experience. Algo que podemos compartir con muchos animales.




SELF COMES TO MIND: CONSTRUCTING THE CONSCIOUS BRAIN BY ANTONIO DAMASIO- REVIEW
Steven Rose
The Guardian, 12 de Febrero de 2011.


MAPPING THE MIND TO THE BODY- A LITTLE TOO EASILY
John Bickle
New Scientist, 29 de Noviembre de 2010


EL CONTENIDO DE LA OBRA
En esta obra Damasio prosigue la empresa presentada en sus anteriores libros, especialmente con relación a La Sensación de lo que Ocurre donde orientó explicitamente su atención hacia la conciencia. El autor retoma por tanto, sistematizándolas, algunas de sus ideas fundamentales: el papel de la noción de homeostasis, la relación entre cuerpo, mente y cerebro, y su teoría de las emociones, así como la distinción entre proto-sí mismo y sí mismo autobiográfico. Entre las novedades encontramos una teoría de la memoria y el desarrollo de la noción de sentimientos primordiales.
La hipótesis central del presente trabajo, dicho de una forma simplificada que tendremos oportunidad de refinar, es que la conciencia es el resultado de la aparicíón del sí mismo en una mente preexistente. Es decir, que la conciencia necesita de estos dos elementos para darse: el sí mismo y la mente. Lo que obviamente implica distinguir entre mente y conciencia, o en otros términos que "Los estados mentales no necesitan de la subjetividad  para existir" (38). Dicho también de una manera elemental en palabras de Damasio: "La mente consciente se inicia cuando el sí mismo cobra sentido en ella, cuando los cerebros añaden el proceso que es el sí mismo a la mezcla que es la mente" (47).

Un buen resumen de las principales tesis acerca de la mete lo encontramos en la página 171: "El cuerpo vivo es el lugar central. La regulación de la vida es la necesidad y la motivación. La elaboración de mapas cerebrales es el activador, el motor que transforma la regulación ordinaria de la vida en una regulación dotada de una mente y, con el tiempo, la transforma en una regulación consciente".

LA PERSPECTIVA INTEGRADA
Damasio propone combinar cuatro enfoques, tres de ellos responsables de la mayor parte de los avances en neurobiología de la conciencia hasta ahora: el punto de vista de la primera persona, el punto de vista compotarmental, y el estudio del cerebro. A estos habría que añadir un cuarto punto de vista que es el de la historia evolutiva (básicamente el de la biología evolutiva). Según el autor esto supone un cambio radical en la manera de contar la historia de la conciencia de manera que la aparición de la mente y del sí mismo quede vinculada a la historia de las modificaciones graduales de los sistemas nerviosos. Pero esta perspectiva exige también como hipótesis de trabajo la equivalencia  entre los acontecimientos mentales y "ciertos tipos" de acontecimientos cerebrales (38-39). En la terminología de Damasio esto significa que "algunos patrones neurales son simultáneamente imágenes mentales" (38).
Observemos que esta perspectiva implica la adopción de una posición gradualista, dentro de la cual, sin embargo, será posible apreciar aquello que es específicamente humano (v., la entrada sobre continuidad y salto, singularidad versus naturalismo).
El autor trata de matizar, ya de entrada, su efoque, tratando de evitar que se interprete como un reduccionismo simplista: por una parte, no se trata de reducir lo complejo a lo simple, sino, a efectos de la explicación, de lo muy complejo a lo que también es complejo, aunque ligeramente menos. Y sobre todo, la equivalencia que propone no supone despreciar el papel de la cultura, ni del esfuerzo individual, en la formación de la mente. [Desde el punto de vista filosófico, la equivalencia mente-cerebro en Damasio deja abiertas varias cuestiones, como por ejemplo hasta qué punto la mencionada equivalencia, que en ocasiones aparece expresamente como identidad, puede ser entendida en términos de fisicalismo no reductivo].


EL CONCEPTO DE CONCIENCIA
Tenemos aquí un ejemplo de algo que no puede ser resuelto mediante la mera investigación empírica.
Para empezar, voy a recoger algunas referencias y citas textuales:
- Ya en la primera página encontramos la conexión entre conciencia y sujeto/yo:  la conciencia es presentada como "la portentosa aptitud que consiste en tener una mente provista de un propietario, de un protagonista para la propia existencia, un sujeto que inspecciona el mundo por dentro y a su alrededor, un agente que en apariencia está listo para la acción.
La conciencia no es simplemente un estado de vigilia" (19).
-En el mismo capìtulo se dice que la conciencia es una mente dotada de subjetividad (20).
- En la misma línea: "Cuando falta la conciencia, el punto de vista personal queda suspendido, privado de sus funciones; sin conciencia no hay conocimiento de nuestra existencia ni tampoco conocimiento de que exista algo más" (21).
-"Estas primeras páginas del libro no dejan lugar a duda acerca del hecho de que al abordar la conciencia doy preferencia a ese sentimiento de ser que es el sí mismo. Creo que la conciencia surge cuando a un proceso básico de la mente se le añade un proceso como el sí mismo. Cuando este mismo proceso de identidad subjetiva no se da en la mente, ésta no es, estrictamente hablando, consciente" (25-26). Más abajo veremos que el sí mismo (the self), que es un proceso y no una cosa, puede ser considerado desde dos puntos de vista, a lo que el autor se refiere como la noción dual de identidad subjetiva (27).
   La primera sección del capítulo 7 está expresamente dedicada a la noción de conciencia: "la conciencia es un estado mental en el que se tiene conocimiento de la propia existencia y de la existencia del entorno [...] El estado mental consciente se experimenta en la exclusiva perspectiva de cada uno de nuestros organismos en primera persona" (241). Además, los estados mentales conscientes siempre tienen contenidos (tratan de algo), ponen de manifiesto propiedades cualitativas, contienen unobligado aspecto de sensación sentida, y sólo son posibles cuando estamos despiertos (una excepción parcial sería el sueño).
Damasio distingue explícitamente entre conciencia y vigilia, conciencia y mente, y conciencia y "conocimiento de uno mismo" o "fuero interno". La vigilia sería un requisito para la conciencia.
En este punto es importante tener en cuenta que para Damasio "las funciones mentales complejas no son monolíticas y pueden analizarse, literalmente, por partes" (246), lo que viene a significar que es posible hablar de grados de conciencia. El grado standard de conciencia normal supone tres condiciones: estar despierto, tener una mente operativa, y tener un sentido de ser uno mismo el protagonista de la experiencia, aunque sea de una manera muy tenue (v. 246-247).

MENTE Y CEREBRO
Hemos visto cómo la equivalencia mente-cerebro fue introducida al comienzo de la obra, y la última sección del libro está expresamente dedicada a este tema tema (pp. 467).
Aunque Damasio estima que esta equivalencia no es una certeza sino una hipótesis útil, se pregunta "¿en qué otro lugar podrían estar los mapas-imágenes sino en el interior de un sector particular del cerebro?" (p. 469). Damasio subraya en particular el papel de la neurobiología evolutiva para confirmar la hipótesis.
Una de las observaciones que el autor hace en este contexto me resulta algo enigmática: "Pero aun con la ayuda de las técnicas más avanzadas de la neurociencia de que hoy disponemos, es poco probable que lleguemos a describir toda la gama de fenómenos neurales asociados a un estado mental" (p. 470). ¿Se refiere a cierto grado de realización múltiple en términos de plasticidad neural o más bien quiere decir que la descripción neural de un estado mental es extremadamente compleja? La primera opción podría representar un problema con respecto a la equivalencia o identidad mente-cerebro (aunque podría depender de si ésta se interpreta en términos de tipo o de instancia -token-).
También encontramos una observación acerca de la causalidad descendente mente-cerebro: "Toda vez que los estados neurales y los estados mentales son considerados como las dos caras de un mismo proceso [...], la causalidad descendente es menos problema" (p. 470). No creo que sea así, por el contrario lo que ocurre es que si M y C son diferentes descripciones del mismo proceso, y en este sentido son ontológicamente idénticos, cualquier relación de causalidad resulta dificilmente inteligible (quizás lo que el autor sugiere es que la noción de causalidad debería ser abandonada -cf. el tratamiento de una questión similar en Spinoza-). Aparte de su utilidad divulgadora, la metáfora de Jano no parece ser aquí de gran ayuda.
Tampoco resulta muy inteligible uno de los principales argumentos. Una gran parte del argumento se dirige a mantener que los patrones neurales son tan físicos como las células, los objetos del mundo y las acciones, pero eso no estaba en dicusión (se suponía concedido por el escéptico). El problema no es que las pautas de actividad momentánea de las neuronas no sean físicas (p. 471).

SOBRE LA TRADUCCIÓN
Aunque en general la traducción es buena, hay, como suele ocurrir, algunos errores -o aspectos mejorables-. Por ejemplo, en la sección "Nota sobre la hipótesis de la equivalencia cerebro-mente" del Apéndice el traductor ha querido evitar la repetición de la expresión "in physical terms", tal y como aparece en el original, dando lugar a un párrafo poco claro (p. 468). Damasio afirma que los que se oponen a la identidad de estados físicos y estados mentales aceptan que se hable de lo neuronal  ("del mapa neuronal que corresponde a un objeto físico") "en términos físicos", pero no que se hable "en términos físicos" de lo mental -en concreto, del "patrón mental" correspondiente- ("it would be absurd to discuss the respective mental pattern in physical terms" -p. 315-). [El traductor podría haber entendido que "en términos físicos" se refiere al verbo "corresponder" cuando en realidad complementa el verbo "hablar" ("to dicuss"). Esto explicaría la desaparición en la traducción de la palabra "respective"]. 


ENLACE A la reseña de Searle:
The Mystery of Consciousness Continues

2 comentarios:

  1. Hemos transcrito su mensaje en nuestro Grupo Yahoo sobre Damasio, en

    http://es.groups.yahoo.com/group/DamasioMusicaYneurociencia/message/76

    Y quisieramos preguntar si tienen más entradas a su blog relacionadas con Damasio

    Gustavo Parra

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  2. Próximamente ampliaré esta entrada y aparecerán nuevas entradas -o enlaces a alguna de mis publicaciones- sobre Damasio

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